¿Analizas o banalizas?
Una reseña de Ángel David Sánchez
Un nuevo libro se abre hueco en los estantes: ¿Qué significa analizar? Clínica y Epistemología (Ignacio Iglesias Colillas, Colección + Otra, Xoroi Edicions, 2019). Su título sugestivo admite interpretación abierta, que interroga y apela. Llaves de interrogación que bien podrían ser las del cerrojo del desván, imán ocular sin asomo de reparo. ¿Cómo y para qué analizar irreales realidades? ¿Cuál es la eficacia clínica de estos procedimientos?
Para saberlo el resto y contárnoslo él, es que acudió Ignacio Iglesias Colillas, en foro laico: la sala de conferencias del Centro Lacan Castilla y León (Valladolid) —adjunto a la Escuela Lacaniana de Psicoanálisis—, con su característico perímetro poligonal y la atenta disposición de Soraya Merino Marcos. Fue el 1 de junio pasado a las 18:30h, recién clausuradas las XVI Jornadas La Otra psiquiatría. Allí tuvo lugar la presentación de su referido libro —dentro de la gira Barcelona, Valladolid y Madrid— cual bonus track LOP. Un compendio de ensayos cuyo hilo conductor descansa sobre los conceptos fundamentales del psicoanálisis, concebidos para y desde la práctica clínica articulada con la investigación y el desarrollo conceptual. Es decir, que se trata de una obra que promueve trabajar en la articulación epistemológica del psicoanálisis, en pos de fomentar una clínica diaria más lúcida y efectiva. Una clínica basada en la interpretación, y apoyada en argumentos psicoanalíticos y filosóficos sólidos.
Sin embargo, no todas las interpretaciones son igual de válidas para paliar el padecimiento, y menos si mueren en supuestas verdades absolutas de corte empírico —en palabras de Ignacio—. Y, en alguna medida, toda su obra podría considerarse una refutación del empirismo, actitud que no implica dejar de lado la manera en que se nos presentan los fenómenos clínicos. Todo lo contrario, y he precisamente ahí el auxilio de la fenomenología entendida como otro modo de hacer ciencia.
El reto fue trasladar a los casi 30 asistentes, la esencia y propuestas del libro, representado en el tono, dominio y entusiasmo expositivo de su genitor, para quien saber de lo que se habla posibilita explicárselo a cualquiera, aunque por supuesto, hasta cierto punto. El libro explora exhaustivamente muchos de los conceptos centrales del psicoanálisis: interpretación, análisis, resistencia, estructura, afecto, resistencia, escritura y negación.
Previo inicio de su charla, el encerado lucía blanco e inmaculado, limpio y despejado. De esos lienzos que luego le dejan en blanco a uno. Ignacio se las prometía partir de una simpleza llana, desprovista de respuestas y con ganas de aprender junto con el público, de un modo fluido y didáctico. Duró poco. Como sin querer la cosa, comenzaron a proliferar algunas fórmulas y silogismos que daban lugar a nuevos razonamientos hábiles gracias a sucesivos borrados. El encerado acabó lleno de anotaciones asociadas y abreviaturas que desbordaban no el campo visual —tipo cinemascope—, pero sí el de la mente limitada. Había que abrirla y atender para entender —algo—. Ante la contemplación del esquema general, ¿Esto entra en examen? fue una pregunta no formulada pero que amenazaba con volver. Providencialmente, no hubo obligatoriedad de captarlo todo ni de estudiar. Pero sí hubo libertad de preguntar, debatir, replicar, y por supuesto, de adquirir el libro para profundizar, repasar, ampliar materia y reconocer lo expuesto. Autografiado y dedicado, por cierto. Se agradece tenerlo transcrito a máquina, sin tener que descifrar apuntes de caligrafía deformada por aceleración asíncrona con la escucha.
La exposición requería profundo conocimiento y pericia conectiva por parte de Ignacio, y por la de los visitantes, atención en el caso de sus colegas y cafeína en el de los exo, los ajenos. Pero el tema tenía gancho e hilo del que tirar. Cuestión de asirlo para desovillar el ovillo, como reza el poema que atraviesa todo el libro, sustanciado en facilitar un espacio donde confluyan teoría y práctica. Su lectura aborda la distinción entre significado y significante (con las derivables premisas lógicas) y su significación (desde la semántica), tan importante a los fines clínicos del análisis del discurso.
También las modalidades de la interpretación y la posición enunciativa. Y aquí dentro cabe incorporar algunas preguntas para trasladarle al sujeto como ¿Desde donde digo lo que digo? Sin olvidar el análisis motorizado por el deseo, la analogía de la estructura lingüística con la del inconsciente (un saber no sabido), el rechazo a vivir el aquí y ahora (anticipar y recordar), la paradoja de lo indiviso pero dual, las cosas (que ni producen saber ni se saben).
Al desarrollar estos apartados, salen nombres propios como Saussure, Spinoza, Ricoeur, Heidegger y claro está, Freud y Lacan que, desde distintas ópticas, nutren el sustrato de la obra que tenemos entre manos. Como Psicosis y escritura.Clínica y epistemología del caso Schreber, obra en proceso de elaboración que esperamos leer próximamente, también bajo el sello de Xoroi Edicions.
Al término de la masterclass, el público se interesó bastante y aportó valoraciones y preguntas. Hubo tentempié regado con caldos de Ribera del Duero —como corresponde en Valladolid—, con emplazamiento para posteriores charlas y cursos en el Centro Lacan.
Por Ángel David Sánchez – Periodista