Estudios sobre la psicosis
José María Álvarez,
Asociación Galega de Saúde Mental (AGSM)
Colección La Otra psiquiatría
Vigo, 2006
304 páginas.

Los libros que como éste compendian un conjunto de escritos de un autor muestran ciertas singularidades que el lector debe tener presentes, en especial los años en que fueron escritos y la ordenación temática que conforma su estructura. No resulta infrecuente que al concluir la lectura de algunos de estos textos compilatorios tengamos la impresión de estar ante una especie de collage repleto de ideas y argumentos a veces divergentes, con escasa coherencia y sin un hilo conductor lógico. Nada de esto sucede con Estudios sobre la psicosis, libro que recoge diez escritos perfectamente articulados en tres grandes ramas temáticas y que compilan gran parte de la investigación desarrollada por su autor en la última década. La coherencia y el rigor de este texto son asimismo dos de las características más llamativas del continuo trabajo que su autor, el Dr. José María Álvarez, viene desarrollando desde su Tesis Doctoral sobre la paranoia, defendida en 1992, teniendo como puntos culminantes su ensayo La invención de las enfermedades mentales (1999) y el tratado Fundamentos de psicopatología psicoanalítica (2004), del que es coautor con Ramón Esteban y François Sauvagnat.

Por supuesto si nos dedicáramos en esta reseña a hablar de la coherencia y el rigor de este autor, quizás podríamos caer en la fatua alabanza de un club de fans, así que dejando de lado estas cuestiones, voy a tratar de diseccionar este texto destacando lo que considero la línea de investigación más original y fructífera. Se trata del maridaje casi obligado entre la clínica psiquiátrica clásica y el psicoanálisis lacaniano. Esta articulación está permanentemente presente en estos diez estudios, la mitad de los cuales se publican ahora por primera vez. Los temas que explora y analiza son tan clásicos como actuales: la semiología, la nosografía de psicosis y el modelo unitario de psicosis; los momentos fecundos de la psicosis, el desencadenamiento, los fenómenos elementales, las alucinaciones y los delirios; la función
del síntoma en la psicosis, su dimensión creativa y reconstructiva. A ellos se añaden otros temas también tradicionales, aunque enfocados desde un punto de vista personal: los polos de la psicosis y las diversas posiciones desde las que el sujeto encara el nacimiento a la locura; las relaciones entre paranoia, esquizofrenia y melancolía, y sus transiciones lógicas; las dos vertientes de la certeza psicótica (experiencia y axioma); la vinculación consustancial entre la clínica y la ética, nexo ampliamente explorado a partir de la responsabilidad subjetiva; las relaciones entre el delirio y el paso al acto.

Como ya se indicó, los diez estudios que dan cuerpo a Estudios sobre la psicosis están ordenados en tres apartados: «Pensar la psicopatología» es el primero, le sigue «Alucinación y fenómenos elementales» y concluye con «Paranoia y delirio». Tres estudios componen el primero apartado, en el cual el autor debate sobre las grandes problemáticas de la psicosis y estimula a recuperar la reflexión sobre el pathos. El primero recorre la relación entre patología mental y la ética, desde Cicerón hasta Freud, pasando por Pinel: un discurso común separado por dos mil años y sostenido en la conjunción de la locura, la moral y la responsabilidad subjetiva. En el segundo estudio, «Delirio y Crimen», ahonda en esta cuestión al establecer un penetrante análisis de las relaciones entre el delirio y el crimen, la locura y la responsabilidad. Un alegato favorable a la responsabilidad del loco, no desde la compasión humanista, sino desde el rigor de una propedéutica y una terapéutica. Por último, en «Psicosis actuales» realiza el autor un conciso repaso a la situación de los diagnósticos de psicosis, argumentando su defensa de la psicosis única, cuyas características estructurales perfila.

El segundo apartado lleva por título «Alucinaciones y fenómenos elementales» y consta de cuatro estudios en los que se examina la microfenomenología de la psicosis desde una óptica psicoanalítica. Primeramente un examen minucioso de los fenómenos elementales, tomando como referencia fundamental los trabajos de Neisser y los de Clérambault, para dar fuerza a sus argumentos con las múltiples consideraciones que Lacan dedicara a este tema crucial de la clínica y la terapéutica de la psicosis. Le sigue, en segundo lugar, el estudio titulado «Las alucinaciones: fenómenos y estructura», un amplio recorrido por los puntos de vista y aportaciones de Esquirol, Baillarger, Séglas, Clérambault y, finalmente, Lacan, es decir, desde las «percepciones sin objeto» hasta «el sujeto desintegrado por el significante», tal como precisa el autor. Para ser más precisos, Álvarez nos guía a través del intrincado camino histórico en el que se ha teorizado el fenómeno alucinatorio. Apuntada la buena dirección por Séglas, con su descripción de las alucinaciones psicomotrices verbales, y por Clerambault, con su pequeño automatismo mental, Lacan y el estructuralismo reformulan la pregunta sobre las percepciones sin objeto al cuestionar la unidad e indivisibilidad del sujeto que percibe. Siguiendo esta línea descubrimos el tercer estudio: «¿Los trastornos del lenguaje son causa o consecuencia de las psicosis?» Evocadora frase de Chaslin que se anticipa a Lacan en esta tesis del sujeto como marioneta del lenguaje. Por supuesto, José María Álvarez nos da pie a una ruta guiada por esta pregunta, y ante nuestra atenta mirada, se despliega un abanico de autores que reflexionaron en torno a esta cuestión que da título al artículo; Breuler y su «relajamiento» asociativo, Clérambault y su síndrome de pasividad y, evidentemente, el genial Freud con sus primera pacientes histéricas y el estudio del Caso Schreber.

Por último, este apartado culmina con una reciente conferencia pronunciada en el Curso de esquizofrenias del Dr. González de Chaves. En esta ocasión Álvarez nos regala un preciso estudio sobre otro elemento
imprescindible en las psicosis: la certeza. Describe dos tipos de certeza en el psicótico, la certeza como experiencia y la certeza como axioma. Es un artículo muy rico, lleno de experiencias personales fruto de su quehacer clínico, en el que se permite, desde la prudencia, innovar sobre ciertos conceptos. A modo de ejemplo, desarrolla al finalizar el texto una visión de la psicosis como unitaria y diferenciada en dos polos: un polo esquizofrénico, del vacío, del Uno y las experiencias de certeza; otro paranoico-melancólico, donde el sujeto delira a partir de un axioma de certeza o fórmula inicial de todo
delirio.

Estudios sobre la psicosis culmina con un apartado titulado «Paranoia y delirio». Consta de tres estudios. En primer lugar un historiado repaso a los manicomios por los que pasó Schreber y a sus médicos. En segundo lugar nos encontramos con «Líneas de interpretación del caso Wagner». Psicosis y maniobras de estabilización de un paranoico y cruel asesino de su familia (mujer y cuatro hijos) y otros tantos conciudadanos varones, en Degerloch, en 1913. Por supuesto, y retomando los primeros artículos de este libro, rescatamos los detalles respecto a la importancia de la responsabilidad en la terapéutica de las psicosis. Para finalizar el libro, como brillante colofón emerge un sesudo y pormenorizado estudio sobre la evolución de la paranoia en los diagnósticos psiquiátricos. Se descubre ante el lector el hecho de que la paranoia –como la histeria y la melancolía– ha permanecido
siempre como un concepto imposible de ser comprendido por la psiquiatría positivista. Fue la reina de las locuras en el siglo XIX y con Kraepelin llegó casi a desaparecer; todos los grandes modelos nosológicos de orientación biomédica que han pretendido explicarla han sucumbido y han debido de modificarse para incluirla en sus argumentos, como sucedió con Griesinger, Kraepelin o Kurt Schneider. Además de estas consideraciones epistemológicas, este estudio tiene un interés clínico especial por cuanto la paranoia continúa siendo una buena guía para el conocimiento de la estructura psicótica y de un de sus remedios más naturales, el delirio.

Para finalizar, resulta necesario mencionar y felicitar a los dos autores que firman el prólogo y el epílogo de este libro. En primer lugar, Fernando Colina con un casi épico prólogo sobre la Otra psiquiatría. Esa otra manera de escuchar y de atender a los sujetos enfermos; esa manera de entender el síntoma, «la enfermedad de los diagnósticos» y la psicosis única. En segundo lugar, un exquisito epílogo escrito por Pepe Eiras, quien desde la amistad y el aprecio profesional, alaba el rigor de J. Mª. Álvarez y su capacidad para, desde el profundo conocimiento de la historia de la psiquiatría, ser capaz de proponer una desmedicalización de la psiquiatría. Es decir, un elogio hacia nuestro autor al ver en Estudios sobre la psicosis uno sólido cimiento para la Otra psiquiatría. Me sumo, por mi parte, a ese reconocimiento. El Dr. Álvarez ha logrado, sin buscarlo, ser maestro en Otra forma de hacer las cosas.

Vigo 7/09/06

Por Javier Carreño
Psiquiatra Xeral-Cíes

Fuente: Siso nº 43. Otoño 2006