Imagen adaptada de un material original de ‘The People Speak’ licencia: CC BY-NC 2.0

En La Otra psiquiatría no somos muy partidarios de celebrar los “días de”… temas relacionados con nuestra práctica diaria en el ámbito de la salud mental.

No obstante, en este 10 de octubre, día señalado por la OMS como el Día de la Salud Mental, y en el complejo momento que se está atravesando en todo el mundo por la pandemia del Covid 19, queremos compartir el testimonio de tres profesionales colaboradoras de nuestra asociación:

Ana Castaño, psiquiatra y psicoanalista; Cristina Catalina, psicóloga clínica; y Eva Rivas, psiquiatra y psicoanalista, especialista en infancia y adolescencia.

Todos los días son 10 de Octubre para defender la dignidad y los derechos humanos de las personas que sufren un trastorno mental.

Este 2020 hemos sido tocados por un real que ha venido para quedarse y cambiar nuestras vidas y es por eso que en el Día Mundial de la Salud Mental, desde La Otra Psiquiatra, apelamos a reivindicar Lo Común, a que las administraciones no continúen olvidándonos y nos doten de los recursos necesarios. Basta de precariedad. Basta de estigmatizar.

Este 10 de Octubre muévete por la salud mental. (Lema de la OMS, #moveformentalhealth)

Nada es absoluto. Todo cambia, todo se mueve, todo gira, todo vuela y se va. (Frida Kahlo)

Ana Castaño

Cristina Catalina

El Día de la Salud Mental es todavía tristemente necesario en este siglo XXI de la pandemia.

Al contrario que en otros campos de la asistencia sanitaria, los problemas de salud mental conllevan un plus de sufrimiento por cuanto los pacientes y sus familias están en un confinamiento invisible, aquel que proviene de la soledad en la que les hunde lo incomprensible de su padecer. Lo que no se puede explicar, lo que no se entiende, no se puede compartir y eso redobla las limitaciones de acceso a servicios de salud pero también a la ayuda y acompañamiento que habitualmente deberían obtener de la red de apoyo comunitario, que tan importante es para todo sujeto que sufre.

Las enigmáticas y complejas causas de los problemas de salud mental requieren investigación desde campos diversos y la colaboración de múltiples disciplinas que acepten la insuficiencia de cada una de ellas. Simplificar los abordajes en función de una espúrea simplificación de las causas solo ha conseguido, en el pasado, confundir a la población en cuanto al tratamiento y trato que merecen las personas que los padecen. Son problemas que requieren no solo un esfuerzo y dotación de recursos sanitarios sino un esfuerzo de toda la sociedad para tolerar la incertidumbre sobre lo desconocido, y así convivir y aceptar al distinto, al diferente, al solitario, al disidente. Quizá solo lo consigamos considerando en este día la frágil e imaginaria línea divisoria que separa la salud de la enfermedad mental y hasta qué punto todos estamos expuestos a traspasarla.

Eva Rivas