* En el número de marzo de 2019 de Quimera. Revista de literatura, Javier Alonso Prieto publicó esta reseña de Oráculo de tristezas, la melancolía en su historia cultural.
Desde aquí agradecemos a Quimera su gentileza al autorizarnos a reproducir esta excelente reseña.
La literatura comparada ha de dirigirse a las obras literarias como manifestaciones culturales que tienen un significado más amplio que las propias cuestiones textuales. Las preocupaciones que en ellas se incluyen son síntomas para entender la cultura, la sociedad y por ende al ser humano. De este modo, en la literatura se pueden desentrañar las claves de la cultura y su alcance en el pathos humano. La melancolía está irremediablemente unida a la angustia existencial de los “animales despiertos”, como dice el David Pujante poeta, que diferencia como especie al ser humano. La melancolía sintetiza la antinomia de la muerte desde la vida, existencialmente es freno y espuela al mismo tiempo, por eso la risa y el llanto caracterizan tanto nuestra infancia como nuestra vejez.
En el ensayo Oráculo de tristezas, David Pujante (Cartagena, 1951) ahonda en sus trabajos de tematología comparada. Tras su enciclopédico y magnífico Eros y Tánatos en la cultura occidental (Calambur, 2017), ahora se enfrenta a otro de los temas clave de nuestra cultura: la melancolía. Si como profesor e investigador de teoría de la Literatura y Literatura Comparada era reconocido por sus trabajos en retórica y análisis del discurso, con estos dos volúmenes sienta las bases para la literatura comparada del siglo XXI. Las prácticas actuales han de huir del comparatismo decimonónico, que simplemente examinaba los tópicos desde diferentes autores y lenguas, y recoger todas las herramientas ofrecidas por los estudios culturales (postcolonialismo, feminismo, teoría queer…) que permiten al investigador llegar al centro del espíritu humano.
Oráculo de tristezas es una obra intensa e invita a la lectura completa del volumen para entender y afrontar la melancolía desde nuestra instalación cultural en el mundo. No es casual que los terapeutas clínicos de La Otra psiquiatría le hayan invitado a su catálogo para analizar una de las afecciones mentales más extendidas. David Pujante no desatiende las implicaciones patológicas de la tristeza, pero indaga su configuración cultural y propone una aproximación humanista y constructiva de la melancolía que sustituye a las visiones esencialistas de la psiquiatría positivista. La melancolía afecta al ser humano y desde su experiencia se ha construído la misma y la manera de combatirla.
La dualidad clásica que recupera Pujante, enfrentando el llanto de Heráclito a la risa de Demócrito, sirve para enmarcar las aproximaciones a la melancolía como hecho cultural desde los albores clásicos de la civilización occidental hasta las manifestaciones artísticas del siglo XXI. El primer capítulo sigue el tópico de los dos filósofos presocráticos a lo largo de la Antigüedad clásica, el Renacimiento, el Barroco, el clasicismo francés, el racionalismo y las vanguardias. Pujante dedica los once capítulos restantes a realizar un recorrido diacrónico de la tristeza humana y su impronta en las artes y el pensamiento occidental.
A partir del Siglo de Oro, Pujante dedica un espacio protagonista a la melancolía en la cultura hispánica. Goya, Blanco White, García Lorca, Leopoldo María Panero o David Nebreda le sirven para entender la melancolía desde el irracionalismo, el romanticismo, la noción de genio. Estos capítulos consiguen abrir nuevas puertas a los hispanistas, obligándolos a mirar más allá de los dominios académicos de la filología y de la historia del arte.
Al finalizar la lectura de Oráculo de tristezas el lector no se angustia por su tristeza, comprende que la melancolía es una característica de su comunidad humana y es más fácil sobrellevarla, sobre todo si se deja contagiar por el entusiasmo con el que David Pujante acomete la escritura ensayista.
Por Javier Alonso Prieto
Quimera. Revista de literatura, Nº 423, Marzo 2019