El pasado día 17 de noviembre, en el Centro Lacan de Valladolid, Kepa Matilla (Doctor en Psicología, psicoanalista) y Javier Carreño (Psiquiatra, psicoanalista), presentados por Alfredo Cimiano (Psiquiatra, psicoanalista), ofrecieron una conferencia titulada «Las neurosis ordinarias» [1]

Agradecemos a Juan de la Peña esta reseña sobre dicho evento.


Fue una noche fresca y animada en el Centro Lacan de la ELP en Castilla y León. En un estilo alegre y desenfadado, Matilla y Carreño nos brindaron su punto de vista respecto al sempiterno problema de los límites entre la locura y la cordura. Emparentado al sintagma acuñado por Miller para las psicosis de semiología modesta [2], nuestros colegas y amigos formularon el concepto de «neurosis ordinarias» como una hipótesis a partir de la cual abordar el problema que se plantea cuando la clínica no encaja bien en el binario neurosis-psicosis.

La exposición se dividió en dos partes. En primer lugar Kepa Matilla se interrogó sobre el grado de expansión del diagnóstico de psicosis discretas u ordinarias en nuestro entorno, y por tanto, sobre la solidez o debilidad sobre la que se sostiene hoy día dicho dictamen clínico. Y en segundo lugar, Javier Carreño propuso una actualización de la clínica de las neurosis al albur de una época marcada por la hegemonía del discurso neoliberal.

Según plantearon nuestros colegas, a día de hoy existen al menos cuatro cuestiones que tienden a problematizar el acto diagnóstico, es decir, el proceso y la argumentación con que diferenciamos la locura de lo que no lo es:

  1. el recurso a la teoría para dar consistencia a ciertos fenómenos inespecíficos,
  2. la devaluación que el fenómeno elemental tiene en la clínica de hoy,
  3. la precariedad subjetiva de una época marcada por el auge del goce en detrimento del orden simbólico;
  4. y la agilidad que muestran algunos sujetos psicóticos contemporáneos para vestir los semblantes del neurótico común.

En la segunda y última parte de la conferencia, nuestros queridos ponentes nos ofrecieron una instantánea de eso que han denominado las «neurosis ordinarias», es decir, formas actuales de manifestación de las neurosis que exhiben las transformaciones que el discurso neoliberal ha introducido en la subjetividad contemporánea. Entonces, nos dicen, ¿cómo es el neurótico de hoy en día?, esto es, ¿cómo se presenta la neurosis de forma ordinaria?

  1. sin historia o con una dificultad respecto a la historización, en el sentido de una indiferencia afectiva,
  2. a través de un auge de la clínica del acto, en sujetos que dan cuenta de sus vidas a través del acto, sujetos que viven con urgencia, según la lógica del consumo,
  3. sin los fuertes lazos edípicos de otra época,
  4. poniendo en cuestión el saber en el Otro y por tanto con una mayor dificultad para entrar en trasferencia,
  5. enigmatizando la dimensión del amor, viviendo desorientados completamente respecto al amor,
  6. mediante una histerización del hombre que es proporcional a la virilización que se ha producido en la mujer, lo que plantea una dificultad sobreañadida para poder delimitar la obsesión de la histeria clásicas.

Frente a estas y otras cuestiones, Carreño y Matilla nos sugieren que lo que le corresponde al psicoanalista de hoy, si no quiere perder el hilo de su época, es «amoldarse» a los nuevos desafíos que plantea la clínica, bajando a la arena del ruedo, acomodando su posición a las nuevas subjetividades y adaptando su dispositivo a la medida de los nuevos tiempos.

Por Juan de la Peña

Notas

[1] Puede consultarse el artículo que juntos publicaron recientemente: Matilla, K. y Carreño, J. «Sobre lo ordinario en la clínica de la psicosis y la neurosis», El Psicoanálisis nº 30/31, octubre de 2017.

[2] Miller, J. A. La psicosis ordinaria. Paidós, Buenos Aires, 2004.