El Seminario de supervisiones clínicas, impartido por José María Álvarez (Hospital Universitario Río Hortega de Valladolid), se inició el miércoles con la supervisión de un caso de xenopatía (Automatismo mental) presentado por María Eugenia Zamudio, rotante externa del Hospital Juan M. Obarrio de Tucumán (Argentina). Como es habitual, a partir de las manifestaciones clínicas se situó el desencadenamiento y los distintos intentos de remedio que el enfermo había ensayado infructuosamente para reequilibrar su locura.
El caso sirvió asimismo para valorar la afectación que ocasiona el consumo masivo de algunas drogas neurotóxicas y las características específicas del paso acto en sujetos psicóticos. En éste y otros casos similares es esencial, como se mostró en la supervisión, la adecuada posición del clínico en la transferencia y el dejarse usar, dentro de unos límites, para que el paciente construya algún tipo de pantalla que limite la intrusión del goce xenopático, aspecto que se apreciaba en la aparición de una nueva voz alucinatoria, la de la propia terapeuta, que frenaba y decía «Basta» a las voces injuriantes.