Las personas neuróticas no sólo no están locas, sino que son lo más cercano a la «normalidad». Esto que dijo Freud lo comparte el psicoanálisis moderno y José María Álvarez lo explica con detalle en su nuevo libro Estudios de Psicología Patológica que presenta esta tarde a las 19.00 horas en la Fundación Sierra Pambley.
Se trata de una obra con ocho estudios «dedicados principalmente la neurosis aunque hay algunos que tratan de la tristeza, la melancolía o la locura normal» —apunta el psicoanalista, doctor por la Universidad Autónoma de Barcelona y especialista en Psicología clínica del Hospital universitario Río Hortega de Valladolid—.
Álvarez destaca tres características de la neurosis. La primera es que se trata de una organización o estructura psíquica que se gesta en la infancia, aunque sus síntomas más llamativos puedan desencadenarse años más tarde; la segunda es que esta alteración «afecta al conjunto de la vida del sujeto», y constituye su forma de estar en el mundo; y, por último, la neurosis «es un tipo de alteración que se diferencia claramente de la locura o psicosis».
Lo más definitorio de la neurosis y lo que la acerca a la categoría de la normalidad es que se trata «de un tipo de estrategia o defensa que eligen algunos sujetos para poder soportar las penurias de la vida sin enloquecer», apostilla.
Las personas neuróticas, apunta el psicoanalista, son «aquellos pacientes que tienen dificultades con la vida en general y con la relaciones con sus próximos, sufren de insatisfacción, se enredan en asuntos amorosos que les hacen sufrir, viven angustiados o tienen crisis de angustia, se limitan con fobias».
Otros síntomas típicos del neurótico son la «somatización y padecimiento de dolores difícilmente explicables por la medicina, pero al fin y al cabo dolores». Asimismo, «se obsesionan y desarrollan rituales y compulsiones, otros están tristes y se deprimen». El sufrimiento parece no tener fin, bien sea por las malas elecciones y la repetición de las mismas o por «su cobardía a la hora de apostar por lo que quieren de verdad», agrega.
Igualmente, estos pacientes tienden a atormentarse «con exigencias que no se pueden cumplir, con culpas que no se pueden restañar». En definitiva, «son personas insatisfechas, con deseos imposibles y no realizados», puntualiza el autor.
José María Álvarez sostiene que no se diferencian mucho de las personas normales. Ahora bien, a diferencia de los sujetos más normales, que buscan la satisfacción y la realización, los neuróticos son aquellos que prefieren a toda costa «mantener un deseo insatisfecho a la satisfacción efectiva del deseo; o mantener un deseo imposible antes que apostar por un deseo realizable».
Por: Ana Gaitero
Fuente: Diario de León