Ficha técnica

Título   Melancolía y paranoia
Autores   Fernando Colina
Edición   1ª edición – 2011
Formato   140x240mm
Páginas   182
ISBN   9788497567404
PVP   € 18.-

 

 

Descripción

Este libro es un ensayo de psicopatología que intenta devolver la clínica a sus fuentes humanistas. Entronca su discurso en la tradición de la gran psiquiatría clásica y, mediante la fenomenología, la hermenéutica, el psicoanálisis y la historia, aspira a combatir el reduccionismo biológico que hoy se ha apoderado de la teoría.

Se propone, en concreto, concebir la locura mediante el estudio de dos ejes que recorren de un extremo a otro la experiencia del psicótico y del hombre normal. El eje melancólico y el eje paranoico dan cuenta de la presencia del deseo y la tristeza, por un lado, y del saber y la interpretación, por otro. De este modo, se defiende un abordaje clínico que permanezca alejado tanto de las diferenciaciones excesivas, donde se pierde la referencia subjetiva, como de la homogeneización abusiva del malestar, que no hace sino dilatar los diagnósticos y hacer cada vez más ambigua la comprensión de los síntomas.


Como alternativa al reduccionismo biológico que domina las clasificaciones internacionales, propongo al lector interesado el potente ensayo de Fernando Colina, psicopatólogo, alienista del Pisuerga,miembro de la Otra Psiquiatría y jefe del Servicio de Psiquiatría del Hospital Universitario Río Hortega de Valladolid. Melancolía y paranoia es el título de este ensayo sobre psicopatología exclusivamente clínica (que ya es triste que se tenga que aclarar que la psicopatología ha de ser clínica); y escrito con una prosa cuidada hasta el mimo. Juzgue el lector lo que digo leyendo el siguiente párrafo en voz alta. «Melancolía y deseo. El síntoma universal, el síntoma por excelencia del gran círculo melancólico, es la tristeza, como la desconfianza es en el eje de la paranoia. El origen de esa tristeza, irremediable y natural, no es otro que la propia condición del deseo. La tristeza es el eco del deseo, su llanto, su sollozo. Todo deseo concluye en placer pero también en insatisfacción y pérdida. Sin el lastre de la tristeza el barco queda mal estibado y se escora con facilidad. Observada desde ese ángulo, la tristeza puede entenderse como la respiración del deseo, la expiración e inspiración con las que se alternan el placer y el dolor. El melancólico, siguiendo este razonamiento, tanto puede representar al hombre fracasado en el deseo como a su héroe y vencedor más audaz».

Ayudado del estudio de los clínicos que nos han precedido y la fenomenología de su propio quehacer clínico, Colina nos propone pensar la locura como un trastorno único y múltiple —las psicosis: melancolía, paranoia y esquizofrenia— según pongamos el acento en las semejanzas o en las diferencias. Dos, a despegarnos del modelo de las estructuras cerradas y discontinuas a fin de que nos permita pensar las psicosis, también, como eslabones de continuidad. Y tres, a plantearnos la existencia de un denominador común en todas las formas de locura y la supuesta normalidad. Que es tanto como decir que: «Entre psicosis y neurosis no habría ruptura estructural. Sea como fuere, estas dos opciones diferenciadoras, no estrictamente nosológicas, que estudian las psicosis tanto desde la continuidad como la discontinuidad, desde lo común y lo diferente, vienen a oponerse a la inclinación de entender las distintas psicosis como enfermedades naturales, autónomas y específicas, y, del mismo modo, se enfrentan al intento de homogeneizar todas las expresiones clínicas bajo una dimensión reductora»…, y así aplicar la misma prescripción farmacológica.

Carlos Rey

Fuente: Carlos Rey: Para una clínica basada en la clínica