2007 – Psicosis normalizadas

 

Conversaciones Siso Villacián IV – 7 de julio de 2007

Producción ejecutiva:
Alienistas del Pisuerga

Patrocina:
Lilly, S.A.

 

Programa

9:30h Inscripciones y documentación.

10:00h-12:00h Primera Mesa: Psicosis normalizadas

José Ma Alvarez (moderador)
Presentación de la mesa

Pepe R. Eiras
Locos que no lo parecen

Juan de la Peña
Las otras psicosis

Fernando Colina
Fronteras de la psicosis

Coloquio 1

12:00h-12:30h Descanso-Café

12:30h-14:30h Segunda Mesa: Casos clínicos

Chus Gómez (moderadora)
Presentación de la mesa

Francisco Vaccari
Caso V
Comentadora: Mónica Marín

Carmen Alonso
Caso S
Comentadora: Ana Castaño

Coloquio 2

15:00h Lunch

De izqda a dcha.: Castaño, Gómez, Alonso, Vaccari, Álvarez, De la Peña, Colina, Eiras, Marín

Reseña de las Conversaciones Siso-Villacián IV

Psicosis Normalizadas
Y la psiquiatría se hizo mujer. Y se puso de gala a las 9,30 horas del sábado día 7 de Julio de 2007, en el hotel Felipe IV de la ciudad de Valladolid.
Desde hace cuatro años un grupo de psiquiatras, psicoanalistas y psicólogos clínicos pertenecientes a los dispositivos de Salud Mental de Galicia y de Castilla y León organizan estos encuentros denominados “Siso-Villacián”. Su finalidad: hablar sobre las psicosis. El fondo: una mirada femenina, es decir, una óptica insatisfecha con el modelo preponderante. El formato: conferencias y casos clínicos a debatir. Con el paso de los años, este trabajo común ha fecundado pariendo una hija muy vistosa: La Otra Psiquiatría.

Aforo completo
Tras el bautizo público que tuvo lugar la edición pasada, este año nuestra querida niña ha crecido a pasos agigantados, por lo que no ha quedado más remedio que presentarla en sociedad. Han sido 110 asistentes (aforo completo; solicitudes de inscripción que no pudieron satisfacerse); la ampliación del círculo a otras comunidades autónomas, como Madrid, el País Vasco, Valencia, Aragón, etc.; el concurso masivo de residentes de psiquiatría y psicología clínica de Galicia y Castilla y León, las respuestas a esta extraordinaria puesta de largo. Pero bien, La Otra Psiquiatría era el discurso. Su vector, el tema a trabajar: “Las Psicosis Normalizadas”, esos sujetos extraños que no se ajustan a los modelos actuales del enfermar psíquico y que han recorrido la historia de la psiquiatría de la mano de la indiferencia o como puntual epígrafe de las diferentes locuras taxonómicas.

José María Álvarez
Jose María Álvarez, psicólogo clínico y psicoanalista del Psiquiátrico Dr. Villacián, de Valladolid, encabezó las jornadas situando la problemática histórica y actual de este tipo de locuras que no lo parecen, a las que él denomina “psicosis normalizadas”; se refirió a las dificultades del discurso psiquiátrico para explicar este tipo de psicosis que están alejadas de los grandes tipos clínicos, a las que se les han dado distintos nombres: esquizofrenias simples, latentes, locuras lúcidas, locuras razonantes, etc. Todas ellas interrogan permanentemente la nosología de las enfermedades mentales, asentada en el divorcio entre locura y razón. División ésta relativamente reciente, heredera directa del siglo de las luces y de la búsqueda del poder omnímodo de la razón. Llamó finalmente a la prudencia a la hora de generalizar este tipo de diagnósticos a todos los sujetos raros con los que tratamos; eso supondría destruir el edificio de las neurosis.

Juan de la Peña
Acto seguido Juan de la Peña, psiquiatra y psicoanalista de los servicios públicos de Moratalaz, explicó, de manera muy didáctica, y con la ayuda de varios casos clínicos, la importancia de una clínica estructural y el valor de la semiología clínica para centrarse, a la hora de hacer el diagnóstico, en tres grandes ejes: la relación del paciente con su cuerpo, el uso del lenguaje y el manejo del goce.

José R. Eiras
Pepe R. Eiras, psiquiatra y psicoanalista de la ciudad de Vigo, fue el siguiente ponente. En su disertación partió de dos preguntas. ¿A partir de cuando se está loco? y ¿estaba Joyce loco? Desde la primera pregunta desarrolló el concepto de prepsicosis, ese borde del agujero de lo real donde certeza y vacío se dan la mano como en un jeroglífico y, donde, el sujeto se queda perplejo en el “eso no sé que significa pero quiere decir algo”. A partir de la segunda pregunta, y recorriendo al enseñanza de Lacan, Pepe Eiras teorizó sobre las psicosis sin desencadenar, mostrando cómo sujetos estructuralmente psicóticos son capaces de elaborar una suplencia capaz de mitigar los efectos de su posición subjetiva. Como ejemplo nos habló de Joyce, quien en su labor de escritor supo dar un lugar a tres cuestiones: la peculiar relación que tenía con su cuerpo; los fenómenos de palabras impuestas que vivía; y sus epifanías.

Fernando Colina
Por último, tuvimos el placer de escuchar a todo un referente histórico de la psiquiatría: Fernando Colina, Psiquiatra Director del Hospital Psiquiátrico Doctor Villacián de la ciudad de Valladolid. Con su habitual estilo reflexivo se preguntó en viva voz por las fronteras de la locura: las fronteras entre cuerpo y mente; los límites internos de las psicosis; las líneas de demarcación entre neurosis y psicosis y las diferencias entre la locura antigua y la actual. De telón de fondo, y muy a su pesar, renegando por momentos de su estilo socrático, nos dejó perlas de opinión en torno a la psicosis única, sobre el fondo melancólico de toda psicosis, también sobre al papel de la posmodernidad en la psicopatología actual, y por último sobre los límites que circundan la doble moral y las perversiones.

Segunda sesión
Tras una breve pausa de cafés, encuentros, charlas y abrazos, nos dirigimos presurosos a la segunda sesión de las jornadas. En el escenario y como moderadoraChus Gómez, Psiquiatra del Hospital Psiquiátrico de Toen en Orense y promotora e ideóloga de estos eventos y de tantos otros. A su lado, dos valientes residentes: Carmen Alonso, residente de Psiquiatría en el Hospital Santa María de Nai, en Orense, y Francisco Vaccari, residente de psiquiatría en el Hospital Psiquiátrico Dr. Villacián de Valladolid.
Dispuestos a dar cuenta de los casos clínicos presentados por estos residentes se encontraban Ana Castaño, Psiquiatra y Psicoanalista en el centro de salud mental de Moratalaz, y Mónica Marín, Psicoanalista en la ciudad de Bilbao. En primer lugar tomó la palabra Carmen Alonso, quién explicó exquisitamente y de forma muy detallada los pormenores de un dificultoso caso madre-hija que impresionó a los asistentes. Ana Castaño, rigurosa y hablando un perfecto lacaniano fue poco a poco desgranando los hitos que apuntaban hacia dos posibles casos de psicosis. A continuación tomó la palabra Francisco Vaccarí, quién de manera muy honesta y transparente, expuso los diferentes avatares diagnósticos y de manejo que había sufrido en el seguimiento de un caso harto complicado, donde convergían fenómenos de muy diversa índole, y que resultaba un collage de agresividad, psicosomatizaciones, fobias y obsesiones. Mónica Marín fue llamada a deshacer este entuerto, y con su particular estilo de crear vehemencia en lo jocoso construyó un gran caso al pie de la letra de los dichos del paciente. Su apuesta diagnóstica fue la de psicosis ordinaria.

La Otra Psiquiatría, ¿embarazada?

Tras esta exposición comenzó un interesante y refrescante debate, protagonizado por Pepe Eiras quien contradijo de manera rotunda la opinión de Mónica Marín. Motivados por el cruce de ideas entre dos grandes clínicos, el virus de la discordia se extendió por toda la sala y los debates y opiniones se multiplicaron de forma extraordinaria quedándonos finalmente un buen sabor de boca y la sensación de que la Otra Psiquiatría goza, en su puesta de largo, de una buena salud mental.
Por último, tras besos, despedidas y abrazos, e incluso algún que otro chispazo del debate resistiéndose a apagarse, llegó el momento para que los más jóvenes se dedicaran a sacar a nuestra niña de paseo por la ciudad de Valladolid. Melancólicos nos quedamos, quizás, con el miedo que tienen siempre los padres de que su niña, la Otra Psiquiatría, vuelva a casa embarazada de algún protocolo científico o enamorada de algún nuevo remedio que mitigue lo real de su viva dialéctica.

Por Javier Carreño Villada (Vigo).